A partir de experiencia vivida en La Boquilla, con los talleres que hemos realizado con los niños, a través de la experimentación con sombras de vegetales, plantas y caracolas. He quedado muy fascinada con la belleza y la exuberancia de la riqueza natural y vegetal del lugar, en todos los sentidos, geográfico y cultural.
En esta instancia de residencia me interesa, poder trabajar en la obra, ver como se adecua al nuevo espacio físico y a la naturaleza del lugar, en esta unión de geografías extremas. Desconectarme de lo cotidiano, me permite pensar la obra desde otro lugar, desde un lugar mucho más experimental e interactivo.
A lo largo de estos años, mi producción ha tenido como punto de partida la posibilidad de representar a través de la imagen, la ficción y poéticas de lo orgánico. Proponer una relectura de las formas orgánicas – inspiradas en proyecciones de sombras - con metodologías industriales, transitando el dibujo, la tecnología digital y la intervención arquitectónica, han sido mis recursos materiales y conceptuales preferidos a la hora de concretar mis proyectos. Además, del trabajo como artista, coordinando talleres de arte en un psiquiátrico, desde hace ya 15 años a partir de este taller es que trabajo en torno a la inserción social en el campo del arte y la salud mental. A partir de las reconstrucciones de Jean Dubuffet, y sus conceptualizaciones sobre el “art brut”, de resaltar los valores salvajes que tiene la obra, y paralelamente porque el art brut tiene especial cuidado en recuperar las producciones de gente que está fuera del circuito, o que se encuentra haciendo arte sin haber tenido conciencia, como cuando Aníbal paciente del psiquiátrico dibujaba y distribuía su arte por las oficinas del hospital. Un enfermo sin conciencia de su ser artista o un artista sin conciencia de enfermedad, no obstante, sus obras son valoradas y reconocidas por los circuitos del arte, los centros culturales, las galerías, y aquí nuevamente aparece con fuerza que para Aníbal la cura debe ser la del arte y no la tutelar médica. No entiendo el arte como cura y estoy en contra de todas las labor-terapias, pero sí entiendo lo artesanal como una estrategia de re-singularización frente a la masificación manicomial. En torno a este trabajo es que también me interesa poder trabajar con personas puedan estar realizando producciones artísticas marginalmente sin saber lo que hacen y incluirlos en un circuito de art brut.