Esta propuesta plástica se propone mirar y problematizar las manifestaciones sociales, recreando una protesta por medio de un video y generando una acción que confronta a los participantes desde sus condiciones éticas y morales; pese a ser una teatralización de una protesta donde la agresión se manifiesta sobre el escenario simbólico y a su vez, toda esta energía reprimida se convierte en pintura expandida.